Ferrocarril de Minas de La Luz y La Llama

El grupo de La Luz y La Llama fue explotado en una primera etapa por Romá y porteriormente por la  SMMP, uniendo sus actividades con La Restaurada. Recordemos que los Romá fueron uno de los impulsores del ferrocarril de Belmez á Córdoba y pioneros en la construcción de ramales mineros en la zona.

Esta empresa fue suministradora de carbones a la Compañía MZA, empresa que llegó a contratar en 1.881 unas 100 Tm de carbón para su consumo. También mantenía como clientes a las fundiciones de Córdoba, en especial a la de “Dunean Schau” fabricante de plomo. Los carbones, con una potencia de 6.988 calorías, procedían del Pozo San Francisco.

Las minas , distantes tres kilómetros de Espiel , contaban con una línea de vía estrecha  y con dos locomotoras de vapor para servir a un parque de vagones de 4 Tm de capacidad, dando salida a una producción diaria de 500 m3 de carbón. Los talleres y depósito se situaban junto al Pozo San Francisco. El conjunto de vias en estas explotacones llegó a contar con 10.370 ml de extensión.

Accediendo a la línea existía un plano inclinado  con una pendiente del 20 % servido mediante una máquina fija de 24 Cv. En la estación de Espiel la compañía minera contaba con amplias instalaciones de cribado de material, donde se fabricaban briquetas con los menudos.

Se mantenía una fabrica de briquetas, junto a la estación de Espiel  y efectivamente todos los datos anteriores se confirman  en un anuncio (Revista Minera, Tomo 39, año 1888 pág 285, 348 y 349) , en el que se publicitaba la enajenación de la Mina La Luz , en la que se venden la línea férrea entre las minas y las instalaciones de la  estación de Bélmez, con el siguiente material:

a)    locomotora con caldera vertical y potencia de 6 Cv

b)    locomotora con caldera horizontal y potencia de 6 Cv

c)     10.370 ml de vias

d)    11 vagones para 1,5 Tm

e)    7 vagones para 4 Tm

f)     1 locomovil de 10 Cv con caldera vertical

Se llegaron a efectuar hasta tres subastas, al quedar las dos primeras desiertas, en tanto que en la tercera se anunciaba que se admitirían proposiciones sin establecer previamente ningún tipo.

En una segunda etapa de explotación, el primitivo ferrocarril desmantelado a finales del siglo XIX , fue reconstruido por la SMMP, confiando la contrata de las obras al contratista Alcantara, ubicado en Belmez. Reduciendo el conglomerado de vías  a dos ramales, uno de 3 Kms construido en 1913 hasta La Luz y otro de  1 Km construido en 1914, hasta La Restaurada. Ambos ramales se instalaron con via tipo Decauville mediante ancho de 600 mm.

En esta segunda etapa, la explotación fué atendida por tres locomotoras dos de ellas procedentes del antiguo ramal de El Porvenir y una tercera adquirida con posterioridad

Cerradas las minas en 1923, el material se empleó de nuevo en el ramal de El Porvenir ( Torquemada Daza, Belmez 2016 , página 110).

(ver, Ferrocarril de Córdoba a Espiel y Bélmez)